Los conejos suelen desarrollar abscesos con facilidad. Son
protuberancias que crecen rápidamente a medida que se llenan de fluidos y pus,
que es espesa y blanquecina. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo
y afectar órganos internos y huesos. Los abscesos pueden dañar tejidos,
sangre y huesos. Para su tratamiento, se recomienda realizar cultivos
bacterianos y antibiograma para elegir el antibiótico adecuado. Lo más recomendable
es extirparlos, es importante quitarlos completos o con la cápsula o cavidad
para evitar que reaparezcan o sigan desarrollándose.
Por lo general, no se presentan síntomas, pero puede haber
fiebre, malestar, aumento en la ingesta de agua y disminución en la ingesta de
alimentos.
Abscesos faciales
Pueden indicar maloclusión, o problemas dentales, causada
por heridas dentro de la boca por sobrecrecimiento de dientes o muelas.
Para su diagnóstico, se recomienda realizar radiografías de
cabeza y examinar la boca. Estos abscesos deben extirparse completos y el
problema dental debe corregirse, ya sea al limar o al remover las piezas
dentales y modificar la dieta aumentando los alimentos fibrosos (heno). Además,
deben administrarse antibióticos. En casos graves, la infección puede dañar la
mandíbula, lo que dificultará el tratamiento.
Los abscesos faciales también pueden resultar de problemas
auditivos u oculares.
Los trozos de heno pueden provocar abscesos bucales.
Abscesos retrobulbares
Se localizan detrás del ojo a causa de crecimiento
bacteriano (pasteurella) o por sobrecrecimiento de las raíces dentales. Provocan
exoftalmia (ojo salido), y se recomienda extirpación del ojo o enucleación y
tratamiento con antibiótico.
Abscesos corporales
Suelen aparecer en cabeza, patas, cuello y en el resto del
cuerpo. Pueden resultar de heridas infectadas, golpes, picaduras de insectos, peleas,
suelos inadecuados y por la presencia de bacterias como pasteurella, Staphylococcus aureus, Streptococcus
sp., etcétera; de igual modo, se recomienda hacer cultivos bacterianos y
extirparlos completos. En caso de presentarlos en gran número, no se recomienda
la cirugía.
Los abscesos suelen ser difíciles de tratar y algunas veces,
a pesar del tratamiento, pueden reaparecer.