Estilo de vida
Socialmente, está muy bien aceptado y comprendido el vivir con otras mascotas; por ejemplo, vivir con perros es muy normal: su dueño lo saca a pasear, recoge sus heces, le enseña a dar la patita, etc. En el caso de los gatos también: tienen su rascador de uñas, vomitan bolas de pelo, masajean algo suave mientras ronronean, sabemos que no debemos jalarles la cola y entendemos mucho de su lenguaje corporal. Todo esto es muy común en nuestra sociedad. Sin embargo, el estilo de vida que se lleva al vivir con un conejo no es muy conocido. Hemos adoptado a los conejos como mascotas recientemente, ya que la creencia general es que viven en jaulas, se reproducen mucho y nada más. Lo cual es un grave error. Los conejos son tan buenos compañeros como los perros y gatos y, por supuesto, tienen sus peculiaridades:
Lenguaje corporal
Agachar la cabeza: quiere decir que sabe que tú eres dominante, te demuestra respeto. Si lo hace de manera agitada con los ojos muy abiertos, está paralizado por miedo.
Avienta demás accesorios: le estorban o está jugando. Si le cambiaste sus cosas de lugar, intenta regresarlas a su sitio.
Avienta los comederos: tiene hambre o ya se hartó de un mismo alimento.
Avienta orina: está en celo y/o enojado.
Chilla fuertemente: siente mucho dolor o miedo.
Corre en zigzag: corre para salvar su vida al intentar aturdir a su depredador.
Da una patada en el suelo y provoca un sonido fuerte, puede acompañarse de un sonido gutural: advierte un peligro.
Da vueltas a tu alrededor al mismo tiempo que defeca: está en celo.
Deja de comer, no hace del baño: puede estar enfermo, estresado, sufriendo una parálisis intestinal (llévalo al veterinario).
Escarba: es un comportamiento natural para hacer hoyos.
Está encogido y rechina los dientes: siente dolor (llévalo al veterinario).
Hace las orejas hacia atrás y puede acompañarse de un gruñido: está molesto y desea que lo dejes en paz. No le gusta que le toques la parte trasera, ni que invadas su espacio.
Muerde todo: los conejos aman morder cosas. Dale juguetes, cubre los cables, aléjalo del peligro. Y nunca lo aísles. ¡Esterilízalo!
Muerde todo: los conejos aman morder cosas. Dale juguetes, cubre los cables, aléjalo del peligro. Y nunca lo aísles. ¡Esterilízalo!
Rechina los dientes levemente y de un lado a otro mientras lo acaricias, sobre todo en la cabeza: le encanta lo que haces, es el equivalente del ronroneo en los gatos.
Salta y sacude la cabeza y orejas (binkies): está feliz. Lo hacen siempre al salir de la jaula.
Salta y sacude la cabeza y orejas (binkies): está feliz. Lo hacen siempre al salir de la jaula.
Se acerca a ti y agacha la cabeza: quiere que lo acaricies y estés con él.
Se avienta de lado (flop): está cómodo y tranquilo. No debes molestarlo.
Se come sus heces: es un comportamiento normal, le ayuda a llevar a cabo su digestión.
Se echa anormalmente una y otra vez, está apático, se queda encogido y encorvado, le cuelga la panza: puede estar enfermo o sufriendo por un golpe de calor, parálisis intestinal (bolas de pelo, gases), timpanismo, (corre al veterinario).
Se estira y bosteza enfrente de ti: te tiene confianza.
Se levanta, te apunta con las orejas y mueve la cabeza: te está llamando.
Se levanta en dos patas: siente curiosidad, quiere ver mejor.
Se te atraviesa mientras caminas: ¡detente ahora y hazme caso… ¿qué traes en las manos?
Te empuja con la nariz: necesita que te muevas o está llamando tu atención.
Te intenta quitar, te mueve las manos o los dedos: ¡con permiso!, me estorbas un poquitín.
Te intenta quitar, te mueve las manos o los dedos: ¡con permiso!, me estorbas un poquitín.
Te interrumpe, te quita lo que tienes en las manos o se posa en lo que estás manipulando: está jugando contigo, le das curiosidad.
Te lame: te quiere, te acepta y cuida como lo hacía con sus hermanitos cuando era gazapo. Algunos creen que también les gusta el sabor salado de nuestra piel.
Te muerde levemente: siente curiosidad o está en celo.
Te muerde fuertemente: eres una amenaza y está dispuesto a pelear.
Te rasguña: te tiene desconfianza y miedo. Te advierte que lo dejes en paz y no invadas su espacio.